El consumo de sal causa más del 30% de todos los casos de hipertensión arterial, siendo el principal factor de riesgo de las enfermedades vasculares. Es por ello por lo que se considera prioritario descender paulatinamente el consumo de sal en la población para alcanzar la recomendación de una ingesta máxima de 5 gr. de sal al día.
En el año 2004 se acordó con los representantes del sector panadero descender paulatinamente el contenido de sal en el pan. Con esta iniciativa se ha conseguido una reducción notable de la cantidad de sal adicionada en los procesos de elaboración del pan.
Es importante aprender a disminuir el contenido de sal en la dieta. Una medida eficaz consiste en consultar siempre la etiqueta nutricional de los alimentos y prestar especial atención al contenido de sal, o bien de sodio, que se indica en la misma. Recuerda que la mitad de sal es sodio. En líneas generales, los fiambres y embutidos, las conservas y ciertos alimentos procesados o precocinados, o los saborizantes, como el caldo en cubitos, suelen tener un contenido elevado de sal.
Dispones de muchas opciones para conseguir que tus comidas no pierdan sabor sin la necesidad de usar sal o usando muy poca. Podrás utilizar ciertas especias tales como el curry, la pimienta, la nuez moscada, la canela, el azafrán, los clavos de olor o el pimiento rojo molido, entre otras. Ten presente que las hierbas aromáticas son otras grandes aliadas en la tarea de sustituir la sal al cocinar. El perejil, el tomillo, la albahaca, el orégano, el laurel, el romero, el cilantro, darán a tus platillos un sabor único y especial sin la necesidad de usar demasiada sal.
En la medida de lo posible evita los saborizantes y los caldos comerciales, y si utilizas alguno, asegúrate de que sea bajo en sal.
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